Ante el avance de las nuevas tecnologías, y con ellas de la sociedad, los profesionales del sector que nos afecta han de estar cada vez más preparados y cualificados en determinadas competencias que antes ni nos planteábamos. Las competencias en el mundo digital se están convirtiendo en algo necesario para la información y el reciclaje de la misma así como para la elaboración de materiales didácticos que pueden ser muy útiles para la enseñanza no formal, y cada vez más formal, en la que nos desenvolvemos.
Personalmente, con el desarrollo de la actividad grupal sobre este tema, me planteo una reflexión... ¿se ha de conceder el título a una persona que no tenga las competencias o cualificación básica en nuevas tecnologías? No considero que tengamos que ser unos expertos sino que se exigiera un mínimo en la utilización de las herramientas más básicas y con las que tendremos que trabajar a lo largo del tiempo, y no solo eso si no que en muchas ocasiones tendremos que ser nosotros y nosotras los que desempeñemos roles de formadores sobre nociones de nuevas tecnologías a ciertos sectores que se encuentran en lo que se denomina ahora como el analfabetismo digital.
La posibilidad y las ventajas que nos brindan las nuevas tecnologías son infinitas, para agilizar procesos educativos que estemos llevando a cabo y poder utilizar una metodología digital en la que encontramos, por ejemplo, el uso de las tutorías virtuales, algo que aparentemente parecía estar muy lejos y que cada vez más hacemos uso, aunque no sea aún viéndonos las caras.
En definitiva, las competencias digitales es algo de lo que nos tendremos que nutrir y reciclar muy a menudo, conocer todos los avances para estar al tanto de las posibles necesidades en relación a ellas (como por ejemplo, la adicción a las nuevas tecnologías) y poder hacer uso de ellas para beneficiarnos en todo lo posible.
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